10ª LLAVE

10ª Angustia y miedo de las naciones en sus Conferencias de Paz. La Humanidad vive, hoy día, en un clima de terror. Jamás, como hoy, se podría sentir la advertencia del Salmo 51 de la Santa Biblia Católica o Salmo 52 de la Santa Biblia Protestante, vs. 1 a 5: “¿POR qué te jactas de la maldad, tú, poderoso? La misericordia de DIOS es continua. Agravios maquina tú a lengua; como navaja afilada hace engaño. Amaste el mal más que el bien, la mentira más que el hablar justicia. Has amado toda clase de palabras perniciosas, engañosa lengua. Por tanto, DIOS te destruirá para siempre; te arrebatará, y te a arrancará de tu morada y te desarraigará de la tierra de los vivientes.”
Dice aún el Libro de los Salmos, cap. 55 de la Santa Biblia Protestante o 54 de la Santa Biblia Católica: “Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; a violó su convenio. Más blandas que la mantequilla eran las palabras de su boca, pero había guerra en su corazón; más suaves que el aceite eran sus palabras, mas ellas eran espadas desnudas. Echa sobre Jehová tu carga y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. Más tú, oh DIOS, harás descender a aquéllos al pozo de la destrucción. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a vivir la mitad de sus días; pero yo en ti confiaré.” (vs. 20 a 23).
De hecho, vivimos en una época trágica, marcada por las revoluciones e por los golpes, por los grupos guerrilleros y por los sabotajes, por los secuestros y robos a manos armadas, por el espionaje y por las traiciones más terribles. Y de esa manera se cumple una profecía de San Pablo a los Tesalonicenses, cap. 5, vs. 2 y 3: “Porque vosotros sabéis perfectamente que EL DÍA DEL SEÑOR VENDRÁ ASÍ COMO LADRÓN EN LA NOCHE, que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no a escaparán.”
¿No es lo que vemos, siempre, en las modernas Conferencias de Paz, para “seguridad” de los pueblos? Allá fuera, nadie tiene PAZ e mucho menos SEGURIDAD. Esto solo sucede en el Rebaño Único, porque solamente JESUS puede conceder PAZ Y SEGURIDAD a aquellos que lo aman. Y como dice el Apóstol de los Gentíos, en la misma epístola: “Mas vosotros, hermanos, no estáis en a tinieblas, para que aquel DÍA DEL SEÑOR os sorprenda como ladrón” (VS. 4). Es por eso que los Legionarios de DIOS saben velar y orar, PERSEVERANDO HASTA EL FIN.